•La
función principal de los carbohidratos es proporcionar energía, aunque también
desempeñan una función importante para la estructura y el funcionamiento de las
células, tejidos y órganos; además, sirven para formar las estructuras carbohidratadas de
la superficie de las células.
•Hay diversas
clases de moléculas carbohidratadas en
el cuerpo:
•proteoglicanos,
glucoproteínas (también llamadas “glicoproteínas”), y glucolípidos
(también llamados “glicolípidos”).
•Los almidones
y los azúcares son las principales fuentes de energía.
•aportan
4
kilocalorías (17 kilojulios) por gramo. Los polioles proporcionan 2,4
kilocalorías (10 kilojulios), y la fibra alimenticia, 2 kilocalorías (8
kilojulios) por gramo, respectivamente.
•En el
intestino delgado, los monosacáridos son absorbidos y de allí pasan al torrente
sanguíneo, desde donde son transportados hasta los lugares en los que son
utilizados. Los disacáridos son descompuestos en azúcares simples por las
enzimas digestivas. El cuerpo también necesita la ayuda de las enzimas
digestivas para romper las largas cadenas de almidones y descomponerlas en los
azúcares por los que están formadas, que pasan posteriormente a la sangre.
COMO FUENTE Y ALIMENTO DE
ENERGÍA
El
cuerpo humano utiliza los carbohidratos en forma de glucosa
•La glucosa
también se puede transformar en glucógeno, un polisacárido similar al almidón,
que es almacenado en el hígado y en los músculos como fuente de energía de la
que el cuerpo puede disponer fácilmente. El cerebro y los eritrocitos
(“glóbulos rojos”) necesitan la glucosa, ya que no pueden emplear otra cosa
como fuente de energía: ni grasas, ni proteínas, ni ninguna otra forma de
energía.
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